Lugo está empollando la violencia de los secuestros
Abogado Nicolás Russo
Apenas puedo escribir, le asesinaron prácticamente a un hijo mío,a Juancito,un pendejo de apenas 18 años, en un secuestro asqueroso, donde la policía está complicada hasta la maseta.
No hay paz en mi corazón, no existe consuelo, en el fondo sobresale la sed de venganza y no solamente de justicia.
¡Basta ya!, esto tiene que terminar como sea.
Un jefe policial de la zona, un gordo inútil, se burlaba con sorna de la situación ayer diciendo que se trataría de un autosecuestro, y que el mitaí era adicto y una serie de disparates.
Todos ya saben que paso, de cómo supuestamente a un funcionario policial entrenando enla policía antisecuestros, se la cae su arma en el matorral y se le dispara (sic), justo cuando se estaba entregando del dinero de rescate a los secuestradores.
Los ciudadanos comunes ya sabían que la policía brasileña estaba monitoreando el caso y que inclusive ya anticipaban el desenlace, pero, por temor a la corrupta policía paraguaya no pasaban los datos.
El gobierno de Lugo no puede parar la ola de violencia, sino por el contrario, esta empollando a los grupos de secuestradores porque saben que el Obispo y sus secuaces no pueden controlar el Estado y menos los organismos de seguridad.
Además, desde el mismo gobierno se esta impulsando la desobediencia a las normas constitucionales.
Desde el mismo gobierno se generan las movilizaciones para proteger a los grupos marginales que están en el terrorismo.
Y estos marginales están dentro del mismo estado y operan con total impunidad.
Los genios de la seguridad en Paraguay pusieron a los mejores investigadores en oficinas detrás de escritorios mientras los secuestros, los asesinatos, los asaltos, siguen sin pausa.
Para más, hay crecientes versiones en la Policía Federal del Brasil, ante la inminencia de una invasión y unallanamiento en forma secreta al Paraná Country Club porque dicen que en ese lugar están los jefes de los carteles del narcotráfico y de los secuestros de la zona de San Paulo y Río de Janeiro, y que no quieren tener ningún contacto con policías paraguayos porque están protegiendo a esos mafiosos.
Por eso digo, que el Paraguay esta en manos de un gobierno que empolla secuestradores.
Por eso, Lugo y su pandilla tienen que irse, porque sin orden no hay libertad
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